Regla #22: Las recompensas necesitan sacrificios

Para que seas capaz de afrontar las cosas que te vienen en la vida primero debes saber que las cosas no caen del cielo, sino que las buenas cosas necesitan sacrificios, y cuando hablo de sacrificios me refiero al hecho de esforzarte por conseguir aquello que quieres teniendo siempre presente que ese es solo el camino para poder conseguirlo sin que ello signifique que lo obtendrás al final de trayecto. 

Fuente: Akifrases.com

Es importante que entendamos la connotación de la palabra sacrificio y para ello voy a tomarme la libertad de transcribir una pequeña parte del libro "Un regalo para toda la vida" de Carlos González en el que dice: 

La palabra sacrificio tiene varias acepciones, y alguna de ellas no está mal: <<Acto de abnegación o altruismo inspirado por la vehemencia del cariño>>. Pero también puede ser: <<Acción a que uno se sujeta con gran repugnancia>>, de modo que se presta a confusiones. 

¿Se sacrifica un montañero para alcanzar la cima? ¿Se sacrifica el que estudia oposiciones para notario, o practica horas y horas el piano? No están haciendo algo que les repugna; están haciendo lo que desean hacer. Yo no quiero subir a una montaña ni ser notario, y por eso no lo hago. [...]

Si quiere [...] rechazar una magnífica oportunidad de trabajo en el extranjero para estar con su familia, hágalo. Pero sólo si quiere. Si no quiere, pues no lo haga. Decir: <<He sacrificado mi carrera personal para estar con mi hijo>> es tan absurdo como: <<He sacrificado la relación con mi hijo por mi carrera.>> No son sacrificios, son elecciones. Vivir es elegir, los días sólo tienen veinticuatro horas, y el que hace una cosa no puede hacer otra al mismo tiempo. Elija lo que en cada momento le parezca mejor, y ya está. Quien hace lo que quiere no está renunciando, sino logrando; no se sacrifica, sino que triunfa. 

El matiz es importante, porque quien hace (o cree hacer, o quiere creer que hace) un sacrificio lo hace, por definición, con gran repugnancia. No se considera pagado, cree que le deben algo. Tarde o temprano tendrá usted conflictos... 

Este pequeño trozo del capítulo número dos, refleja a la perfección lo que quiero decir con esta regla. Hay que pensar en los objetivos siempre teniendo en cuenta el trabajo que cuesta llegar a ellos sin que suponga para nosotros un peso, sino disfrutando en el trayecto y siendo conscientes de que se trata de una inversión realizada por aquello que queremos. 

Regla #21: Siéntete como un niño

Siguiendo con la regla anterior, en la que hablábamos de Mafalda y del niño que todos llevamos dentro, voy a explicaros un ejercicio que ayuda a nuestro niño interior. 

Es sencillo y solo necesitas papel y lápiz. 

Coge el papel y dibuja, da igual que no tenga sentido o si es en blanco y negro o a color. Dibuja lo que te salga en ese momento. Garabatea lo que te salga del alma, y cuando consideres que has terminado coge tu papel con borrones o tu cuadro cual pintor y pégalo detrás de la puerta de tu dormitorio. 

Cada mañana, míralo y sonríe y siente el niño que llevas dentro. 

Fuente: Logideas

Regla #20: Lee Mafalda

Leer Mafalda te ayudará a ver el mundo que nos rodea con otros ojos. Esa visión de revelación contra el mundo hará que tu puedas enfrentarte a él cuando solo encuentres cosas negativas, y no solo serás capaz de afrontar las situaciones que no te gusten, sino que aprenderás a ponerle un poco de humor a la vida. 

Fuente: http://elrincondepatronio.blogspot.com.es

En mi opinión, y segura estoy que en la de mi madre también, esta tira de prensa argentina del gran dibujante Quino, debe ser parte fundamental de nuestra escuela de adultos, en la que hay reglas que solo una niña como ella puede darte. No olvides que una de las mejores formas de afrontar la vida de manera positiva es no perder ese punto de niño que todos llevamos dentro. 

Fuente: carolinabruzon.blogspot.com.es

Regla #19: Contágiate de sonrisas

Hay días en los que las sonrisas no nos salen con facilidad, en que cuesta que salgan porque sí. Esos días, más que ningún otro, no debes acostarte sin haber sonreído. 

Parece difícil sonreír cuando no hay ganas, puede parecer forzoso, pero se puede y la mejor forma de hacer que las sonrisas salgan de forma espontánea es contagiándote de otras sonrisas. 

Fuente: shedsenn 

Esta regla está dedicada a uno de los ejercicios que ayudarán a contagiarse, y para ello es necesaria la risa de un niño. Gracias a youtube puedes ponerte videos de niños riendo y te aseguro que acabarás llorando de la risa, hasta el punto que contagiarás a los que están a tu alrededor. 

Te recomiendo este video: https://www.youtube.com/watch?v=IlDRFxrDWw8

Prueba también con este otro: https://www.youtube.com/watch?v=bkZPqMMPDDc

Regla #18: Haz de cada día un viernes

Para ser feliz primero tienes que aprender a serlo. Disfrutar es la regla básica. Disfruta de cada minuto, segundo, momento... Haz de cada pequeña cosa una fiesta y disfruta. 

Un ejercicio sencillo es tomarse todos los días de la semana como si fueran viernes, con la euforia de que llega el fin de semana y que aguantaste desde el lunes como un campeón o una campeona. Disfruta del fin de la jornada de cada día valorando el esfuerzo que hiciste para llegar a ese momento y premiándote por haberlo logrado. 

Fuente: nocturnar

Y para que los lunes te parezcan un poco más viernes, ponte canciones alegres y baila, aunque aún estés en la oficina. Verás como te sientes mejor. La adrenalina se apoderará de ti y no podrás evitar elevar los brazos y mover las caderas. Celebra que vives cada día y puedes disfrutar de él. Verás como te irás a casa con mejor estado de ánimo o cómo afrontarás el resto de la jornada con más ganas. 

Algunas canciones para hacer de cada día un viernes: 

Es una lata el trabajar, Luis Aguilé

A quien le importa, Fangoria

Dramas y comedias, Fangoria

Pan y mantequilla, Efecto Pasillo 

Hecho con tus sueños feat, Efecto Pasillo y Leire

Voy a pasármelo bien, Hombres G

Regla #17: Aprende a reaccionar ante las cosas

Volviendo de nuevo a la regla #15, en la que hablaba de aquella conferencia de Juanma López, quisiera recordar otra de las cosas que dijo y que creo son fundamentales para ser feliz siendo optimista. 

Primeramente tenemos que ser conscientes de lo que somos, sin idolatrarnos a nosotros mismos, aceptando las críticas (regla #9) y reconociendo nuestros errores (regla #4), y a partir de ahí hacernos cargo de las responsabilidades que tenemos en todo aquello que nos ocurre. 

Las cosas no pasan porque tengamos la culpa, pero sí lo que nos ocurre podemos afrontarlo de una forma u otra y está en nosotros mismos saber vivir con ello. 

López Iturriaga lo denomina Autorresponsabilidad, y esto es el hecho de que dejemos de ver la responsabilidad de lo que nos pasa fuera y miremos hacia dentro. Ponía de ejemplo el momento en el que sus hijos debían comunicarles las calificaciones de los exámenes. Estos cuando habían sacado muy buenas notas le decían "papá, he sacado un 8", sin embargo, cuando la calificación era algo inferior la forma de expresarlo cambiaba totalmente: "papá, me han puesto un 5". Esto se debe a la capacidad de autorresponsabilidad que tenemos. Normalmente hacemos que las medallas sean para nosotros y los fracasos y culpabilidades para otros. 

Fuente: desmotivar.com

No somos inmunes a lo que pasa fuera, las cosas pasan y "no son por nuestra culpa", como decía antes, pero en cualquier situación podemos hacer algo, y esto depende de la responsabilidad que pensemos que tenemos. Si nos pensamos responsables haremos algo, si no esperaremos, y esperar no trae nada. Debemos tener claro como nos relacionamos con las realidades y cuánto permitimos que nos afecten. 

Ahora bien, tengamos autoexigencia pero perdonémonos cuando debamos hacerlo. No somos perfectos, pero tratemos de hacer todo lo posible para serlo. 

Regla #16: aprende de lo malo

Me gustaría hacer hincapié en la regla anterior, en la que mencionábamos la importancia de cómo sepamos digerir el pasado para vivir felices en el presente y saber enfrentarnos al futuro. Tenía tanto que decir del pasado que no puede quedarse tan solo en una pequeña parte de un post. 

No podemos decir realmente que el pasado solo sea eso, pues lo vivido nos hace a nosotros mismos. Cada uno de los peldaños que fuimos subiendo en esta escalera de la vida nos forjó como lo que hoy somos. 

Hubo momentos buenos y malos, seguro que poniéndolos en una balanza casi al 50%, aunque tu memoria te traicione según lo positivo o negativo que te sientas hoy. Los hubo mejores y peores, lloraste y reíste, seguro que puedes recordar miles de pequeños momentos que te hacen caer en la nostalgia. Pero del pasado, lo más importante que tenemos que decir es que sirve para aprender y seguir mejorando.

Fuente: Ensaske

Piensa en los buenos momentos de tu vida y disfruta de acordarte de ellos por un momento, sonríe y ríete a carcajadas si el recuerdo te invita a ello, te servirá para ver las cantidad de cosas buenas que hay en la vida y que te ayudan a sentirte un poco más feliz. 

Y cuando vengan a tu mente malos recuerdos, exprímelos y sácales el jugo. Piensa en todo lo que aprendiste de ellos o lo bueno que trajo con él. He de decirte que seguirás viviendo momentos de estos, pero no tengas miedo, porque es de estos momentos de los que más se aprende.

Aún recuerdo aquel amor de verano que tras un agosto se fue, y al llegar el siguiente año, después de 10 meses de espera, ese amor había conocido a alguien. Fue para mí entonces uno de los peores momentos de mi vida (cosa que ahora me hace gracia), pero solo unas semanas más tarde, pude darme cuenta de que aquello no era más que un tropiezo en el camino para seguir avanzando y encontrar a alguien mejor. Meses más tardes, no pude parar de repetir que aquel desengaño amoroso de una adolescente fue lo mejor que pudo pasarme, pues pronto conocí a alguien muy especial. 

Fuente: A partir de una frase

No olvides que cada cosa pasa por y para algo, mala o buena.

Regla #15: Los tres sin

Hace poco tuve la oportunidad de escuchar en persona a Juanma López Iturriaga en una conferencia titulada "reinventarse". Lo tenía por una persona divertida y profesional, pero nunca lo había visto como una persona con tanto que decir. 

Salí de aquel salón de actos con las pilas más que cargadas con todo lo que dijo. Especialmente me llamó la atención su regla de los tres sin, que además incluye en su libro "Antes de que se me olvide" y que me gustaría compartir con vosotros. 

Esta regla viene a decir que para lograr el éxito personal debemos tener siempre presente estos SIN y  saber vivir sin ellos. 

SIN NOSTALGIA

Disfrutemos del presente. 

Basta de pensar en el pasado y ponernos esa barrera para seguir viviendo. No podemos avanzar si a cada paso comparamos el día a día con lo que vivimos antes. El pasado sirve para aprender, pero debemos aprender a vivir sin él. 

Juanma, decía en su ponencia que si miramos mucho atrás, dejamos de ver todo lo que tenemos por delante, además del hecho de que cuando recurrimos a nuestro pasado, idealizamos lo que en su día ocurrió, dejando la realidad a un lado. Debemos recordar las cosas buenas, pero también las malas de nuestro pasado y pensar en él como solo eso. PASADO. 

SIN VICTIMISMO

Este fue uno de los sin que más me gustó, pues tenemos a nuestro entorno tantas personas que sufren de esto, que podemos contagiarnos. Reconocí en sus palabras a varias personas de mi entorno, seguro que en el tuyo también hay de ellas [no te dejes contagiar]. 

López Iturriaga contaba que existen muchas personas a las que podemos denominar "apenados" o "zombies", que son aquellas personas que constantemente se quejan de todo lo que les ocurre. Esas personas que piensan que "todo lo malo les ocurre a ellos" y que se sienten en desgracia. Esas personas están atrapadas en una negatividad que no les permite seguir dando pasos. 

Vivir sin pensar en las cosas malas que nos ocurren alrededor y sabiendo reconocer todas las cosas buenas es un pilar fundamental para ser feliz. No somos los únicos a los que le ocurren cosas malas, y hay cosas tan malas por ahí que parece egoísta considerar las pequeñas cosas que nos ocurren como suficientes para sentir que "todo lo malo nos ocurre a nosotros".

SIN MIEDO

Aquí nos presentó la figura del alíen, ese bicho que todos tenemos dentro y que son grandes boicoteadores profesionales. Tenemos a un lado del hombro al ángel, al otro al demonio y dentro al alíen. Este alíen es esa parte de nosotros que aparece para decirnos que las cosas no van a salir bien. 

Esta parte de nuestra consciencia es la que hace que tengamos miedo al futuro, a seguir avanzando, a dar pasos adelante. Lleva toda la vida con nosotros y conoce nuestros miedos. Pero tenemos que saber que todo está en nuestra cabeza y que solo debemos tener callado a ese monstruo. 

Dicho esto tenemos que apuntar estas SIN y aprender a vivir sin ellas para que todo sea positivo. No debemos olvidar que la actitud es un hábito, y que integrar estas reglas harán que nuestra actitud positiva forme parte de nuestro diario. 

Os invito a ver esta conferencia de Juanma López Iturriaga

Regla #14: Empatía base de la alegría

Sé empático/a, pues serlo te ayudará a comprender mejor tu entorno y a quererlo tal y como es en lugar de buscar recovecos llenos de polvo y oscuros. 

empatía.

1. f. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.

Publicado por Eleonora Meoño en Pinterest.com

Ponerte en el lugar del otro, no es tarea fácil, pero sí efectiva. Cuando alguien de tu alrededor te esté irritando, cuando encuentres inconvenientes y discrepes con quien tienes enfrente, o al lado, cuando estés esperando una larga cola, en un atasco o te hayas disgustado con tu jefe, colócate sus zapatos, aunque sea unos momentos, y piensa como si fueses él o ella. 

En aquel momento en el que pudieras sentir recelo, si te pones en el pellejo del otro, todo lo verás de otro modo. Te ayudará a entender las cosas. 

La situación que se produce en este video, viene, sin ir más lejos, de la empatía que sienten los niños, colocándose en su situación: Altruismo niños

Regla #13: Sé agradecido

Sé agradecido por todo lo que tienes y siéntete afortunado. 

Dí la siguiente frase: "Tengo lo que otros muchos no. ¡¡Soy suertudo!!" (a lo mejor si le pones un tono mejicano, hasta consigues sonreír hoy).

Deja de pensar en lo que te falta y en las cosas malas que crees que dominan tu vida y cuantifica la de cosas buenas que tienes, las cosas a las que otros no pueden acceder. No te dejes embaucar por ese refrán que dice: "mal de muchos, consuelo de tontos", pues quizás ponerte en el pellejo de "otros" te hará valorar lo que tú tienes. 

Si eres de esos que se califican como pesimista, aunque ni si quiera seas consciente de ello, puede que pienses que si analizas la vida de esos "otros", te centrarás en lo que tienen y tú no, pero enfoques la vista en tus carencias sino en las posesiones, que será lo que te ayude a ver lo rico que eres. 

Fuente: www.latiendadedibus.es

Regla #12: Dale valor a las cosas pequeñas

Empieza a darle valor a las cosas pequeñas, a los pequeños detalles, pues la felicidad no se esconde detrás de grandes monumentos, sino de pequeños rincones. 

Saber disfrutar de cada pequeña cosa y darle su valor, será lo que te permita alcanzar la felicidad, porque con cada pequeña cosa estarás disfrutando. No es necesario alcanzar grandes objetivos para poder aclamarte como persona plena, sino que lo que te hará sentirte lleno y olvidarte de los problemas es dedicándole tiempo a las pequeñas cosas con las que te sientes bien. 

Fuente: Centro Abierto Tomillo. Twitter @centroabierto

Recuerda que si no sabes disfrutar de ello, TODO SE APRENDE, haz una pequeña lista de aquellas cosas que te gustan, sobre todo de las más pequeñas, no de las difíciles de conseguir o de aquellas que solo puedes realizar una vez al año, piensa en cada día, y empieza a dedicarle tiempo a esas pequeñas cosas. 

Regla #11: Ser optimista es solo para fuertes

Ser positivo y optimista es una actitud de fuertes. Habrá tantas ocasiones en las que quieras caer y dejarte llevar por la corriente de los pesimistas, que solo siendo fuerte conseguirás seguir adelante y ser feliz, cosa para lo que es preciso ver todo a tu alrededor de manera positiva. 

Los días en los que las situaciones hagan que el pesimismo se asome en tu casa, esos momentos en los que creas que no puedes verle siempre las cosas buenas a la vida, sé fuerte y piensa que detrás de esa fortaleza solo podrá haber cosas buenas. Entonces nada podrá contigo. 

Fuente: Noche de letras en Twitter (@VersosDeOro)

Regla #10: Olvida lo aprendido

A partir de hoy olvida esa regla que aprendiste en el colegio sobre la atracción entre los polos positivos y negativos. Apúntate esta nueva norma: "lo positivo atrae lo positivo". 

¿Recuerdas cuando un número negativo multiplicado por uno positivo lo hacía convertir en negativo? Esa será tu nueva norma. No te dejes caer en las redes del pesimismo.

Fuente: Candidman en pinterest.com

Habrá muchos pesimistas a tu alrededor, no te dejes contagiar. Ni porque otros sean pesimistas ni porque pretendan que tú lo seas. Habrá muchos que quieran que seas pesimistas porque tu actitud positiva les pone nerviosos. 

Ser positivo y optimista es algo que no todo el mundo acepta, algo que no todo el mundo es capaz de ser, y aquel que no es capaz, odia ver que otros pueden. 

Fuente: gomezramos.blogspot.com

Regla #9: Críticas y no criticas

Habla las cosas claras, sin mala intención ni ganas de ofender ni hacer daño. Habla sin más pretensión que trasladar al otro lo que sientes o piensas. Te ayudará a aclarar situaciones hablando de forma sincera y permitirá que no se enraíce dentro y seguir alimentando al bichito del estómago. No critiques y di las cosas a quien tienes en frente, tal como son. No te olvides que no hay que ser cruel. 

Y además, aprende a aceptar las críticas y encuentra la verdad que hay en ellas. En cada crítica habrá cosas que te gusten y otras que no, pero debes recapacitar sobre ellas y especialmente tratar de corregir aquello que creas que no te define. A veces nos olvidamos de quienes somos y quizás hayas empezado a comportarte como no quisieras y es bueno que alguien te haga ver la realidad. 

Cada crítica es un bloque que te servirá para construirte a ti mismo. 

Fuente: www.elpaisdelosjuguetes.es

Regla #8: Realidad, como base para el optimismo

Debes ser consciente de que tu optimismo, además de ser cuestionado por muchos, será el origen de muchos boicoteos de quienes te rodean, pues al optimismo, siempre hay monstruos que intentan apagarlo. Pero cuando otros se rían de ti, ríete con ellos a carcajadas. Olvídate de todo y ríe. 

Piensa que hay quienes tratan de apagar tu optimismo, pero como el optimista siempre ve la realidad, las risas no te deben afectar. Ya habrás realizado el ejercicio de mirarte al espejo y reírte de ti mismo muchas veces, así que cuando lo hagan otros te dará igual. Ser consciente de la realidad es el primer paso para ser optimista, y reír el segundo. 

Te recomiendo este video sobre el Optimismo Inteligente, para que aprendas a ver el mundo de otra forma. 

Regla #7: Perdonar y olvidar

Estar limpio por dentro, no se consigue solo soltando la rabia llorando, también debes tener siempre presente el perdón. 

Perdona siempre y sobre todo olvida. Si sigues recordando el daño que te hicieron será algo que te acompañe siempre. Piensa en ese bichito que todos tenemos dentro, ese que cual gremlin puede volverse en tu contra su lo mojas con  malas sensaciones y rabia o si le das de comer en exceso. 

www.etsy.com

Tienes que aceptar que hay gente en los que el yin y el yan están en desequilibrio (no diré gente mala), acéptalo, perdónales por lo que algún día te hicieron, ayúdate pensando que no saben lo que hacen, y cuando hayas aceptado que hay gente así, y los hayas perdonado (y olvidado), trata de no parecerte a ellos. 

Regla #6: Llora

http://kraken-e3.blogspot.com.ar

llorar: (Del lat. plorāre).

1. intr. Derramar lágrimas. U. t. c. tr. Llorar lágrimas de piedad.

2. intr. Manar de los ojos un líquido. Me lloran los ojos.

3. intr. Dicho de la vid al principio de la primavera: Destilar savia. U. t. c. tr.

4. tr. Sentir vivamente algo. Llorar una desgracia, la muerte de un amigo, las culpas, los pecados.

5. tr. Encarecer lástimas, adversidades o necesidades, especialmente cuando se hace importuna o interesadamente.

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Llora cuando tengas ganas. Sácalo fuera, no guardes lo que puede hacerte daño. Suéltalo con lágrimas y sólo te quedarán sonrisas en el almacén. 

Llorar no es solo símbolo de tristeza, también lo es de alegría, resultado de nervios, de frustración o incluso por llevar mucho tiempo haciéndote la fuerte. 

Llorar sirve para limpiar malos recuerdos, o simplemente recuerdos sin más, para lavar enfados, para limpiar las sonrisas escondidas. 

Regla #5: Sonríe

Sonríe sin parar. 

Ve por la calle y siéntete una loca que sonríe sin sentido. Da los buenos días y buenas tardes a todo aquel con quien te cruces, esto hará que transmitas tu alegría. 

Y si no estás contento o no te apetece, HÁZLO, verás como después te sentirás mucho mejor. Sentirás que lo has hecho bien y esto te hará creer en el Smile Power (el poder de una sonrisa). 

Una sonrisa es la mejor medicina, para tí y los demás, así que a sonreír se ha dicho. 

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Regla #4: El espejo y tú

Busca un espejo en tu casa que te pille de paso, y si no lo tienes cómpralo y ponlo en un lugar por el que estés obligado/a a pasar. 

Mírate al espejo a menudo. 

https://elcodigodelaemocion.wordpress.com

Mírate y no te fijes en lo guapo o guapa que estás hoy. Mira tus defectos y ni si quiera pienses en las formas viables de eliminarlos. Solo míralo, y hazlo tantas veces como necesites hasta que empieces a verlos con gracia. 

El momento en el que empieces a querer tus defectos y dejar de verlos como simplemente eso, comenzará a darte igual lo que los demás piensen de ellos. Tú solo debes pensar que esos "defectos" son los que te hacen ser tú, totalmente diferente a los demás. 

Regla #3: Los altibajos de la felicidad

Antes de seguir, tengo que dejarte clara una cosa: ser feliz no es un término absoluto.

Habrá días en los que te sientas más feliz y otras en los que menos, pero esto es parte de la montaña rusa que es esta vida. 

Piensa que los baches solo provocan cosquilleo en el estómago y que lo mejor es disfrutar de las vistas de pájaro cuando estás arriba sin poner tus pensamientos en la caída. Levanta tus manos y ríete durante en viaje, baila en las alturas, grita y que al bajar, la experiencia haya merecido la pena. 

http://ellencheer-up.blogspot.com.es

Regla #2: Soy feliz, ¿y qué?

La siguiente norma para ser feliz la he titulado: "soy feliz, ¿y qué?".

Posiblemente generaré muchas críticas y muchos serán los que cuestionen mi nivel de felicidad, pero nada hará que cambie de verme tan feliz como optimista.

Lo primero que hay que hacer es creer que ser feliz no es nada malo en absoluto. Es posible que te sientas un bicho raro porque todos a tu alrededor se quejan de lo infelices que son, e incluso esto puede hacer que te sientas mal y que no te parezca bien creerte feliz pero: ERROR, puedes hacerlo y para ello primero debes creer en ello.

No olvides que ser feliz empieza siendo una cuestión de actitud.

Imagen: www.deellas.com

Regla #1: Los niveles de la felicidad

La primera norma que debes conocer no la he puesto yo, me la dio el gran Dani Rovira: "la felicidad es un listón que pone cada uno".  

Razón tiene, pues si marcas los niveles para lograr la felicidad muy altos, sentirás que no puedes alcanzarlos. Ni aún poniéndote de puntillas.

Por ello, debes entender que una de las cosas más importantes para ser feliz es creer que puedes lograr la felicidad y para ello tienes que ponerla a tu alcance. No olvides que tú eres quien sitúa la felicidad cerca o lejos de tí mismo. Tanto como idealices la felicidad, te costará llegar hasta ella.

Te invito a que ves el video de Dani Rovira: Te quiero, lo siento, gracias

Soy optimista y feliz

Hoy estuve jugando a "¿charlamos?", un juego de preguntas y respuestas, en el que me han preguntado ¿cómo se titularía el libro de tu vida? No tuve que pensarlo y respondí sin dejar pasar un minuto: "ser optimista para ser feliz".

Imagen: www.vintasticshop.com

Y entonces la bombilla de mi positivismo se encendió y pensé: si todo el mundo viera la vida como yo, el mundo sería un poco mejor. Y aquí estoy, comenzando con esto de blogger.

Sé que no voy a conseguir gran cosa, que puede que nadie me lea jamás, pero si hay algún loco internauta que me encuentra, quizás pueda ayudarle a ver la vida con otros ojos. Además he de aclararte que no soy psicóloga ni especialista, pero sí feliz. Ese es mi punto de partida en este viaje bloguero. 

Este blog, no es más ni menos que el diario de una optimista a modo de libro de instrucciones o recetas, con mi manera de ver las cosas. 

Encantado de saludarte y espero ayudarte en el camino.