Si nos estancamos en pensar el porqué de todo aquello que debió haber pasado y no lo hizo, olvidaremos lo que sí pasó. Tratar de pensar en que las cosas tenían que haber sucedido de otro modo le quitará sentido a tu vida, perderá valor aquello que nos ha hecho ser NOSOTROS.
Seguro que las cosas podían haber tomado otro rumbo, porque caminos hay miles, pero lo cierto es que tu historia siguió el camino de baldosas amarillas que definen tu propia vida. Cualquier pequeño desvío en ese caminito hubiera hecho cambiar el rumbo de tu vida y tú dejarías de ser tú.
Fuente: Marketingland