viernes, 8 de mayo de 2015

Regla #18: Haz de cada día un viernes

Para ser feliz primero tienes que aprender a serlo. Disfrutar es la regla básica. Disfruta de cada minuto, segundo, momento... Haz de cada pequeña cosa una fiesta y disfruta. 

Un ejercicio sencillo es tomarse todos los días de la semana como si fueran viernes, con la euforia de que llega el fin de semana y que aguantaste desde el lunes como un campeón o una campeona. Disfruta del fin de la jornada de cada día valorando el esfuerzo que hiciste para llegar a ese momento y premiándote por haberlo logrado. 

Fuente: nocturnar

Y para que los lunes te parezcan un poco más viernes, ponte canciones alegres y baila, aunque aún estés en la oficina. Verás como te sientes mejor. La adrenalina se apoderará de ti y no podrás evitar elevar los brazos y mover las caderas. Celebra que vives cada día y puedes disfrutar de él. Verás como te irás a casa con mejor estado de ánimo o cómo afrontarás el resto de la jornada con más ganas. 

Algunas canciones para hacer de cada día un viernes: 

lunes, 4 de mayo de 2015

Regla #17: Aprende a reaccionar ante las cosas

Volviendo de nuevo a la regla #15, en la que hablaba de aquella conferencia de Juanma López, quisiera recordar otra de las cosas que dijo y que creo son fundamentales para ser feliz siendo optimista. 

Primeramente tenemos que ser conscientes de lo que somos, sin idolatrarnos a nosotros mismos, aceptando las críticas (regla #9) y reconociendo nuestros errores (regla #4), y a partir de ahí hacernos cargo de las responsabilidades que tenemos en todo aquello que nos ocurre. 

Las cosas no pasan porque tengamos la culpa, pero sí lo que nos ocurre podemos afrontarlo de una forma u otra y está en nosotros mismos saber vivir con ello. 

López Iturriaga lo denomina Autorresponsabilidad, y esto es el hecho de que dejemos de ver la responsabilidad de lo que nos pasa fuera y miremos hacia dentro. Ponía de ejemplo el momento en el que sus hijos debían comunicarles las calificaciones de los exámenes. Estos cuando habían sacado muy buenas notas le decían "papá, he sacado un 8", sin embargo, cuando la calificación era algo inferior la forma de expresarlo cambiaba totalmente: "papá, me han puesto un 5". Esto se debe a la capacidad de autorresponsabilidad que tenemos. Normalmente hacemos que las medallas sean para nosotros y los fracasos y culpabilidades para otros. 


No somos inmunes a lo que pasa fuera, las cosas pasan y "no son por nuestra culpa", como decía antes, pero en cualquier situación podemos hacer algo, y esto depende de la responsabilidad que pensemos que tenemos. Si nos pensamos responsables haremos algo, si no esperaremos, y esperar no trae nada. Debemos tener claro como nos relacionamos con las realidades y cuánto permitimos que nos afecten. 

Ahora bien, tengamos autoexigencia pero perdonémonos cuando debamos hacerlo. No somos perfectos, pero tratemos de hacer todo lo posible para serlo.