jueves, 16 de febrero de 2017

Regla #39 El escondite de la felicidad

La felicidad está más a la vista de lo que crees, pero también bien escondida.

La felicidad está ahí, a tu lado, te rodea.

¿No la ves?

Está desde que despiertas hasta que te acuestas y juega al escondite contigo, solo tienes que encontrarla. Te levantas de la cama y ahí, estoy segura, está la felicidad, está en un café por la mañana al calor de una estufa en pleno invierno, lo está en el café de por la tarde con tu amiga con la que te gusta tanto hablar, está al abrir las puertas del armario, o detrás de las cortinas, al abrir las ventanas...

No puedes ver lo feliz que eres, pero lo eres. Hay tantas cosas que te hacen feliz, que apenas puedes contarlas, que incluso apenas puedes verlas, porque la felicidad se esconde en todas esas pequeñas cosas.

¡Párate! ¡STOP!

Mira a tu alrededor y piensa, ¿Qué haría que mañana fuera un mal día? ¿Qué pequeñas cosas de tu día a día adoras y te hacen más feliz? Ahí, es ahí dónde se esconde la felicidad!!! Si puedes verlo, podrás lograr sentirte feliz, con lo que tienes y todo lo que hay jugando al escondite.
Fuente de imagen: muy molón


lunes, 6 de febrero de 2017

Regla #38 Fuera pesimistas y quejicas

De acuerdo con nuestra regla #11 de no dejarte llevar por pesimistas y uno de los SIN de la regla #15 "sin victimismo", hoy desde aquí quiero hacer un llamamiento para que hagas desaparecer a los quejicas de tu vida. 

http://bloggerhouseforyou.blogspot.com.es/2015/07/deja-de-quejarte-y-actua-video-y.html

Totalmente de acuerdo con Yorokobu con su artículo "Aléjate de los quejicas, pueden arruinarte la salud", que os invito a leer. Hay quejicas, lo igualo yo a pesimistas, por todas partes. Verás cuando estés parado en un semáforo cómo el que está a tu izquierda se queja de que este se puso en rojo, en lugar de disfrutar del paisaje que puedes contemplar, de respirar el aire de esa parte de la ciudad o de cantar a pleno pulmón la canción que escuchas en la radio. Verás como en la cola del súper verás al que se queja de tener que esperar o de que la persona que lleva delante tiene demasiadas cosas puestas en la cinta, en lugar de disfrutar de un momento para ver qué nuevos productos trajeron o si hay alguna oferta interesante. En la gasolinera los habrá que se quejan del precio de la gasolina, o del olor de esta, pero no se plantean que tienen la fortuna de tener un coche que recargar, aunque sea por más de lo deseado.

Tu vecino del bajo se queja por vivir expuesto a los transeuntes, el del tercero de tener que subir tantas escaleras por no tener ascensor, unos se quejan de los perros, otros de los gatos, los vegetarianos de los carnívoros y viceversa, a los que le gusta la música clásica se quejan de los que le gusta el reggaeton, pero la cuestión es quejarse.

http://danielcolombo.com/5-pasos-para-dejar-de-quejarse-por-todo-por-daniel-colombo/

¿y de qué sirve quejarse? DE NADA. Si algo no te gusta trata de cambiarlo, y si no es algo que puedas cambiar, acéptalo y piensa, no voy a poder cambiarlo, quejarme solo me amargará el día. Ahora bien, si te encuentras con un quejica al que no puedas hacer cambiar, aléjalo, y si no es posible, haz que no te afecte, que no consuma tu energía. Que no convierta tu fantástico positivismo en su negro pesimismo.

A tí, quejica, sí a tí, antes de terminar, te invito a que veas este vídeo y a que dejes de quejarte: Vic Blásquez