lunes, 10 de agosto de 2015

Regla #22: Las recompensas necesitan sacrificios

Para que seas capaz de afrontar las cosas que te vienen en la vida primero debes saber que las cosas no caen del cielo, sino que las buenas cosas necesitan sacrificios, y cuando hablo de sacrificios me refiero al hecho de esforzarte por conseguir aquello que quieres teniendo siempre presente que ese es solo el camino para poder conseguirlo sin que ello signifique que lo obtendrás al final de trayecto. 

Fuente: Akifrases.com

Es importante que entendamos la connotación de la palabra sacrificio y para ello voy a tomarme la libertad de transcribir una pequeña parte del libro "Un regalo para toda la vida" de Carlos González en el que dice: 

La palabra sacrificio tiene varias acepciones, y alguna de ellas no está mal: <<Acto de abnegación o altruismo inspirado por la vehemencia del cariño>>. Pero también puede ser: <<Acción a que uno se sujeta con gran repugnancia>>, de modo que se presta a confusiones. 

¿Se sacrifica un montañero para alcanzar la cima? ¿Se sacrifica el que estudia oposiciones para notario, o practica horas y horas el piano? No están haciendo algo que les repugna; están haciendo lo que desean hacer. Yo no quiero subir a una montaña ni ser notario, y por eso no lo hago. [...]

Si quiere [...] rechazar una magnífica oportunidad de trabajo en el extranjero para estar con su familia, hágalo. Pero sólo si quiere. Si no quiere, pues no lo haga. Decir: <<He sacrificado mi carrera personal para estar con mi hijo>> es tan absurdo como: <<He sacrificado la relación con mi hijo por mi carrera.>> No son sacrificios, son elecciones. Vivir es elegir, los días sólo tienen veinticuatro horas, y el que hace una cosa no puede hacer otra al mismo tiempo. Elija lo que en cada momento le parezca mejor, y ya está. Quien hace lo que quiere no está renunciando, sino logrando; no se sacrifica, sino que triunfa. 

El matiz es importante, porque quien hace (o cree hacer, o quiere creer que hace) un sacrificio lo hace, por definición, con gran repugnancia. No se considera pagado, cree que le deben algo. Tarde o temprano tendrá usted conflictos... 

Este pequeño trozo del capítulo número dos, refleja a la perfección lo que quiero decir con esta regla. Hay que pensar en los objetivos siempre teniendo en cuenta el trabajo que cuesta llegar a ellos sin que suponga para nosotros un peso, sino disfrutando en el trayecto y siendo conscientes de que se trata de una inversión realizada por aquello que queremos. 

miércoles, 5 de agosto de 2015

Regla #21: Siéntete como un niño

Siguiendo con la regla anterior, en la que hablábamos de Mafalda y del niño que todos llevamos dentro, voy a explicaros un ejercicio que ayuda a nuestro niño interior. 

Es sencillo y solo necesitas papel y lápiz. 

Coge el papel y dibuja, da igual que no tenga sentido o si es en blanco y negro o a color. Dibuja lo que te salga en ese momento. Garabatea lo que te salga del alma, y cuando consideres que has terminado coge tu papel con borrones o tu cuadro cual pintor y pégalo detrás de la puerta de tu dormitorio. 

Cada mañana, míralo y sonríe y siente el niño que llevas dentro. 

Fuente: Logideas